When (Artistic) Worlds Collide: Música y Videojuegos a la Vez

Roberto Fuentes (Cuervo)
9 may 2016
4 Min. de lectura

Inmersión aumentada a través de una experiencia personalizada.

Roberto Fuentes (Cuervo)

En lo personal, la mayoría de los soundtracks de juegos acaban por aburrirme. No me malinterpreten; una banda sonora bien seleccionada puede enaltecer cualquier cosa, incluyendo los videojuegos. El problema que yo encuentro con las bandas sonoras en éstos no radica ni siquiera en la banda sonora en cuestión (no generalmente, al menos), sino en la duración de la experiencia.

Pondré un ejemplo: una película de dos horas de duración tiene una banda sonora excelente, y tú la disfrutas cada vez que decides verla; puede que incluso compres el OST como un CD de música o en formato digital para llevar esas épicas melodías contigo, a donde quiera que vayas.

El problema al que se enfrenta el videojuego al emular a una película en este departamento, es que su duración (si es un videojuego que se respete) es mayor a 6 horas, cuando menos; esto conlleva a que me acabe por hartar. El problema se multiplica ad infinitum si se trata de un juego de mundo abierto, sin ningún final fijo. Es decir, el problema se multiplica ad infinitum en la clase de juegos que me gustan más.

Es por eso que desde hace ya muchos años he experimentado con escuchar música a la vez que juego videojuegos. ¿El resultado? ¡Maravilloso! Especialmente en los últimos años... pero me estoy adelantando.

Mi primer método era bastante rudimentario: cuando estaba en la primaria, sencillamente me ponía a escuchar mi Discman (estoy viejo, lo sé) a la vez que jugaba Age of Empires II, Doom II, Army Men II o Abomination: The Nemesis Project. Sin embargo, al tener que usar audífonos, éstos bloqueaban la mayor parte del sonido del juego, por lo que se sentían como talk shows on mute. Jajaja lo siento, los animales me obligaron...

Tiempo después, al obtener una mejor computadora, mi método era sencillamente escuchar la totalidad de mi biblioteca de música al mismo tiempo que jugaba Unreal Tournament 2004 o Fallout 2. Y fue precisamente Fallout 2 el juego que me hizo darme cuenta que algo faltaba todavía. Seguro, el juego en sí era bastante divertido, y escuchar chistes de Polo Polo durante los momentos más lentos del juego me ayudaba paradójicamente a permanecer atento a la experiencia.

Pero, vamos, después de que escuchas por quinta ocasión el chiste del elefante cuando deberías estar sufriendo por el secuestro de tu tribu, la inmersión se pierde.

No tuve que estrujarme demasiado los sesos para encontrar un mod que me permitiera escuchar mi propia música en Fallout 3. ¡Y vaya que hizo la diferencia! Pese a que mi amor por Radio Galaxia no conoce límites, nunca está de más complementar la música de esa radio con algo más que los himnos militares de Radio Enclave o la música de violín de la Estación de Radio de Agatha. ¿Qué tal un poco de Murder by Death, que le queda al universo Fallout como anillo al dedo (aún sigo sin entender del todo por qué, pero algún día lo descifraré)? ¿O qué te parece añadir al juego la contraposición de su música, y poner (Sledge)Hammer Smashed Face cuando el momento apropiado llega?

Sí, amigos míos: aunque no lo parezca, el añadir tu propia música puede llegar a mejorar la experiencia de juego e incluso incrementar la inmersión. No hay nada que te meta más en el juego que escuchar una canción cuya letra describe, a veces con una precisión perturbadora, la situación en la que te encuentras en el mismo.

Y, claro, no hay nada más masoquista y divertido que escuchar los mismos dos minutos del León de Melena Negra una y otra vez, en un loop no intencional causado por tu constante fracaso en matar a ese Deathclaw Legendario.

Y así, llegamos a la situación en la que me encuentro ahora: ya no me limito a agregar mi propia música sólo en Fallout 3 o New Vegas. Prácticamente cualquier juego que tengo ha tenido en su momento su propia carpeta de música, seleccionada exclusivamente para ser escuchada al mismo tiempo que me adentro en su universo. Conforme los termino (o me aburro, o mueren...), los voy eliminando, pues si los dejo acaban por ocupar una gran cantidad de espacio.

¿Les gustaría probar este experimento por sí mismos? Es sencillo: todo lo que necesitan es un poco de paciencia, pensamiento abstracto y creatividad.

Piensen en su juego, y empecemos por lo más básico: ¿Qué tipo de música tiene? Lo obvio aquí, es agregar a una carpeta música del mismo género, o cuando menos parecida. Este nivel no tiene mayor chiste, y no necesita mayor explicación.

Ahora, algo un poco más complejo, y que requerirá de un conocimiento más a fondo tanto del juego como de la música: ¿Qué temas toca? ¿Amistad? ¿Familia? ¿Hogar? ¿Brutalidad? ¿Masacres? ¿Genocidios? ¿Superhéroes o asesinos en serie?

"Why not both?"

Revisa tu biblioteca de música, y agrega a la carpeta que creaste las canciones que tengan los mismos temas. No te molestes en revisar canción por canción; agrega sólo aquellas que sepas de antemano que tienen una relación con el juego en cuanto a los temas se refiere. Como ya dije, se requiere de paciencia, ¡pero tampoco es para que te pongas a hacer un trabajo de investigación extenso sobre cada canción que tengas! Además, si eres como yo y escuchas música en casi todo momento, irás encontrando nuevas canciones que agregar de forma pasiva, sencillamente escuchando tu biblioteca de música.

Por último, para que tengas una lista de reproducción verdaderamente interesante, agrega unas cuantas canciones que tengan EL EXTREMO OPUESTO a una conexión con el juego. ¿El juego consiste en ejecuciones brutales? ¡A agregar canciones de gatitos se ha dicho! ¡Puntos extra si el título de la canción SÍ tiene algo que ver con el juego!

Confíen en mí; no conocen la felicidad hasta que le revientan la cabeza a alguien con un bate de baseball a la vez que escuchan esto:

O luchan por el primer lugar en una carrera al son de esto...

Me gustaría mucho saber sus opiniones y (espero) sus resultados con este experimento, ya sea comentando en este artículo o a través de nuestra página de Facebook. A mi parecer, esta es sencillamente la mejor forma de disfrutar de los videojuegos: sin miedo a personalizarlos a tu gusto, y con una banda sonora que nadie puede superar: ¡LA TUYA!