Just Cause 3: Arkham Knight Edition

Primero lo primero: sí, Just Cause 3 es un juego maravilloso. Las gráficas son excepcionales y las mecánicas de juego mejoradas en comparación con Just Cause 2. Se le da más libertad al jugador, tanto en términos de movimiento (gracias al wingsuit), como en términos de actividades.

Sin embargo, Just Cause 3 tiene mucho que mejorar, en especial en la edición para PC. Los frames por segundo caen en picada en momentos aleatorios (o cuando vas en un vehículo rápido), salvo que tengas una bestia de computadora, debido a la mala optimización. Este problema empeora para usuarios de tarjetas gráficas AMD, llegando a experimentar glitches gráficos y otras molestias, pero yo tengo una tarjeta Nvidia, y aun así tuve que reducir los gráficos a un nivel medio e, incluso entonces, experimentaba disminuciones en los frames por segundo de vez en cuando.

Just Cause 3 cometió el mismo error que Arkham Knight: se olvidó de los jugadores de PC, y entregó un producto de calidad baja en términos de optimización. Se ha informado que un parche viene en camino, pero que “va a tomar tiempo en llegar”.

Pero algunos reseñadores no podíamos esperar a que saliera el parche para jugar este juego y extraerle todo el jugo posible, o al menos, el jugo que nos interesa. Dicho lo cual, ya he terminado el juego, y puedo decir que, pese a sus fallos, es un excelente juego.

La historia es relativamente larga, me tomó un total de 27 horas terminarla. Es una lástima, sin embargo, que sea una historia tan trillada. No la echaré a perder aquí, para aquellos pocos que no serán capaces de intuir lo que va a suceder después de las primeras tres misiones. Basta con que conozcan la trama básica, explicada durante el inicio del juego: el General Di Ravello es un dictador que subió al poder ganándose la confianza de la gente, pero que una vez estuvo en el poder, oprimió en vez de liberar a sus seguidores.

Para “La Agencia” para la que trabajaba Scorpio, o Rico Rodriguez, esto supondría un problema, pero un pequeño detalle marca la diferencia: el General tiene en su poder bavarium, un misterioso material que es capaz de generar energía ilimitada… o armas de destrucción masiva. Dicho lo cual, el General es “el mejor amigo de La Agencia”, y ésta mira hacia otro lado cuando el General decide que es día de cometer atrocidades contra la población.

Rico Rodríguez, quien ya no es parte de La Agencia, decide tomar medidas personalmente, pues el país que el buen General está destrozando es también el lugar donde nació, y donde reside su amigo, Mario Frigo, miembro de un grupo revolucionario que busca derrotar al General y poner en su lugar a la presidenta legítima, La Peje, o algo así.

Durante esta emocionante aventura, Rico Rodríguez se pondrá en contacto con su lado humano, se involucrará románticamente con una vaca, y aprenderá un par de cosas acerca de la amistad. Y causará caos, muchísimo caos.

A diferencia de Just Cause 2, el sistema de caos ya no es necesario para progresar en la historia (no directamente, al menos), y se utiliza principalmente para capturar territorios para la revolución. Esta mecánica es, en mi opinión, la parte más divertida del juego.

Para “liberar” (más bien, cambiar de jefe) un pueblo o base militar, es necesario destruir todos las estructuras que te recompensan con Caos, como radares, espectaculares, proyectores, transformadores, etc. Una vez logrado este objetivo, las bases militares pasan a pertenecer a la revolución, mientras que en el caso de los asentamientos civiles es necesario un último paso: izar la bandera de la revolución. Tras izar la bandera, se podrá observar como los civiles celebran el día en que un sociópata arrasó con su pueblo, masacrando a las fuerzas del orden y fornicando con sus vacas (le estaban haciendo ojitos).

Mooocho menos entretenidas son las misiones de la historia. No hay mucho que decir respecto a estas, son así de genéricas. Todo lo que puedo decir con absoluta certeza es que necesitarán explosivos en la última misión, mooochos explosivos. Confíen en mí, es esencial.

Por último, solo queda mencionar que agregar una mecánica extra a los territorios alargaría la duración y la diversión de este juego: ataques aleatorios a tus territorios. Piénsenlo: ¿por qué Di Ravello, un dictador casi todopoderoso en su país, permitiría que una panda de rebeldes tomen control de los pueblos y bases militares de su país sin hacer nada al respecto?

Claro, las fuerzas que ya se encuentran en esas zonas harán todo lo posible por detenerte (si es que te encuentran), incluyendo el pedir refuerzos. Pero una vez que son derrotados, nadie intenta recuperar lo que les arrebataste. Solo esperan a que (SPOILERS) captures el comando central de la provincia para lanzar un ataque masivo contra los rebeldes, durante el cual siguen sin retomar ninguna base, solo matan rebeldes al verlos. Es decir, solo hacen lo que siempre hacen, pero a una escala mayor.

Un sistema de contraataques emergentes por parte de las fuerzas de Di Ravello podría darle un giro de estrategia y toma de decisiones al juego. ¿Intentarás mantener el control de la base militar que está siendo atacada a 1 km de tu posición, o preferirás centrar todos tus esfuerzos en sacar a las fuerzas de Di Ravello de la ciudad principal que se encuentra a 8 km?

Just Cause 3: excelente si lo juegas en una consola. Si es en una PC… Burn it! Or wait for a patch/mod!

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